Nunca he tenido prisa con mi carrera musical, el dinero es otro asunto, pero he preferido cuidar mi onda y no distraerme de ello, mucho agradezco a mi familia por aguantarla y aguantarme.

Gracias a eso, puedo estar feliz de tener cierto estilo, unas rolas muy mías, (cosa que siempre soñé) no tengo compromiso más que con la estética del arte y el juego y a pesar de cualquier cosa, me siento muy orgulloso y digno de la resistencia que he tenido y ¿qué más pedir? Mis hijos y la familia van bien, yo tengo pila para crear y creer.

Y ya saben, la música es mi centro. Creo que chavorruqueo más hoy a los 50as, que a los 40as. En los 40as casi quería que me pasaran el bastón. Quería claudicar en todo.

A los 40 sí me bajonee, todavía traía la “aviada” (impulso en jerga sinaloense) del relajo y mucho alcohol y un chingo de tristezas y pensaba que no había hecho nada… Hoy me siento muy agradecido.

Hubo movimientos internos este decenio. Quizá hubiera llegado más derrotado. Además de que tengo una vida con meditación o introspección más sana mentalmente. Mucho que arreglar (eso siempre: afortunadamente)

Me encanta el relajo, beber una buena cerveza, echarme una fiestita y también me fascina no echarme una cerveza y no echarme una fiestita. Tengo mis problemas qué resolver, como tú y como tod@s, tengo mucho, pero mucho, qué agradecer, más de lo que pudiera enunciar.

Gracias, vida, energía: Dios