Uno es el mundo
¿quien y por qué lo divide?

“Que el dolor no me sea indiferente”
León Gieco

Duro silencio empina
escombros de la tristeza
por la niñez no se reza
ni por Gaza o Palestina
la pena no se termina
qué decepción tan sin nombre
sin alma que no asombre
la ambición desmedida
nunca volverá la vida
cobarde, cruel, es el hombre

El hombre, inventó guerras
desde una alfombra lujosa
inventó una desmadrosa
religión a la que aferra
la dominación más perra
mientras mueren más civiles
miraditas infantiles
ya perdieron su futuro
mientras el marrano duro
vende pólvora y misiles

A tiranías armeras
con el Cesar y Pilatos
inmundos e insensatos
canallas y ruines fieras
juegan a vender las guerras
como si fueran manzanas
patrocinan con sus mañas
la extinción, el sufrimiento
con el mísero argumento
de justicieras patrañas

El poder cambia, deforma
el imperio se hace añicos
aunque son los mismos ricos
ofertan, subastan, norman
los polos y uniforman
con iletrado, hambriento
digital, robot, sangriento
entrenado del desastre
será su gloria y su lastre
culpable por siempre eterno